El Manuscrito Voynich

Ana, jamas olvidará aquella soleada mañana, cuando, acompañada de su amigo Paul, visitó el Castillo de Alnwick en Northumberland (Inglaterra). Iba feliz por conocer el castillo donde habían rodado Harry Potter y también porque en su interior estaba “The Poison Garden”, un jardín conocido por albergar la mayor colección de especies vegetales venenosas del planeta. Su abuelo había trabajado allí como jardinero durante toda su vida. Y ella, como botánica, venía ahora dispuesta a comprobar “in situ” algunas de sus más descabelladas teorías. Él siempre había afirmado que muchas plantas del Manuscrito Voynich estaban en aquel jardín. En el punto más alejado, existía un rincón secreto al que solo podían acceder los científicos, vistiendo trajes especiales de protección y la consigna de “no tocar nada”. Pero aquel día, Ana emocionada, al encontrar aquella florecilla bioluminiscente que tantas veces había visto fotografiada en casa de su abuelo, no pudo contenerse y la acarici...